"Es por una causa" es el segundo episodio de la serie de TV de Blood-C.
Nombre
El título original de este episodio es "Kimi ga Tame" (きみがため), el cual puede traducirse como "Es por una causa" o también "Es por tu causa", también la traduccion de "¡Es por tí!" es válida. De cualquier manera, el título hace referencia a la causa por la cual Saya lucha contra los Furukimonos, y es el hecho de proteger a las personas que son importantes para ella, aquellas con las que comparte la vida diaria.
Resumen
El episodio se incia mostrando a Saya luchando contra un Furukimono (chiropteram) en medio del bosque en medio de la noche. Aunque la criatura es ágil, Saya logra matarle cortando su cabeza en dos.
A la mañana siguiente, se encamina hacia la escuela, mientras canta una de sus canciones, pero es escuchada por Fumito. Avergonzada, pasa a tomar un café, sonrojada por las bromas de Fumito. Allí él le ofrece un plato con Guimauves, un nuevo postre que ha hecho para ella. Aunque la textura es un poco extraña, a Saya le encanta su sabor.
Fumito comenta que el Guimauve no le gustará a Tadayoshi , aunque a él le gustan todos los dulces en general. Saya se sorprende. No sabía que a su padre le gustaran los dulces pues nunca acepta comer alguno con ella. Fumito ríe al escucharla.
Fumito le explica que muchas veces los adultos no comen dulces enfrente de los demás porque quieren dar una imagen así de sí mismo, y el hecho de hacer tal cosa los averguenza. Tadayoshi no come dulces delante de Saya porque quiere parecer un adulto con ella, por eso actúa y oculta ese gusto. Saya afirma que su padre no actúa, él es así. Fumito vuelve a reír, y comenta que le dirá eso a Tadayoshi, y de paso también le dirá que: "él puede tratar de engañar a la gente, pero su amor por los dulces ha sido descubierto".
Guimauve
Saya retoma su caminata a la escuela, y recuerda algo que Fumito le dijo: El guimauve se siente igual a tocar algo. ¿Qué podra ser? se pregunta, inocentemente.
De pronto, divisa al perro e intenta tocarlo, pero éste se le escapa. Por esta serie de contratiempos Saya acaba llegando tarde a clases otra vez, y sus amigas le preguntan cuál fue la causa en esta ocasión, derivando en una de sus típicas converzaciones. La profesora entra y Tokizane apenas y llega a tiempo, dando una disculpa no muy sincera. Al tomar asiento, el muchacho observa por sobre el hombro a Saya, quien le saluda, pero Tokizane le retira la mirada.
En el receso, Saya decide almorzar con sus amigos, y de paso preguntarles acerca del Guimauve, a lo que las gemelas le responden que: "El guimauve es igual a como dar un beso", lo que provoca un sonrojo terrible en la muchacha.
Al ver a Tokizane Saya sale corriendo a ofrecerle un bocado de su almuerzo y, aunque éste dice no tener hambre, la mirada insistente de la muchacha termina por convencerlo. Ella no se irá hasta que coma. Al hacerlo, ella le agradece por haber dicho que la comida de Fumito-san tenía buen sabor. A ello, Tokizane le toca la mejilla derecha donde una curita cubre un rasguña provocado en su última lucha. "Espero que no deje cicatriz" es todo lo que dice antes de retirarse. Luego de eso, Saya vuelve a tener la misma visión del primer episodio, pero es interrumpida por la voz de Yuka, quien le llama ya que casin han acabado de comer. Atentiendo a esto, Saya corre hasta ellos, pero se tropieza como de costumbre.
Tadayoshi sonrojado por la canción de Saya
En la tarde, Saya regresa a su hogar en el santuario, mientras canta nuevamente una de sus alegres canciones, sólo que esta vez es su padre quien la escucha, sonrojandose tanto él como su hija. Luego, Tadayoshi la conduce hacia la sala de archivos del templo, donde él le cuenta más acerca de los Furukimonos, pero avisandole que no pudo hallar quién fue quien los nombro así en primer lugar. Además, agrega el hecho que la madre de Saya también lucho contra ellos, pero perdió y murió. "Yo no fallare. Te protegere a ti y a todos los demás" jura Saya, decidida a no correr el mismo destino.
El siguiente Furukimono (Flower) se encuentra en lo alto de una montaña baja. Cuando las nubes cubren la luz de la luna la batalla empieza. Es tan feroz la lucha que esta se traslada hasta lo profundo de una cueva acuatica, donde prosigue por un poco más, y donde Saya obtiene la victoria al cortar al Antiguo y continuar cortandólo hasta desangrarlo y darle muerte. Con el enemigo ya eliminado, la guerrera sale de la cueva y contempla la luna, susurrando una única palabra: "proteger".
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